lunes, 15 de abril de 2013

Diagnostico Transfusión feto fetal.



Llego el día de la ecografia de la semana 20, esta vez mi amorsito no pudo acompañarme por que debía trabajar pero estuvo mi suegra. Estuvimos esperando un largo rato y se que es largo por que el dolor en las costillas lo hizo eterno. Cuando por fin me llamaron iba muy ilusionada, con ganas de escuchar que mis princesas estaban perfectas, pero no fue así, apenas me destape la panzita con mi gran sonrisa para que me revisaran el doctor me dijo ¿Pero a que hora creció tanto? es demasiado solo para 5 meses, esto es una transfusión seguro. Y nuevamente pero con mas intensidad, volvieron a mi los ya conocidos miedos que han rondado sin descanso todo mi embarazo, empezaron a salir por mis ojos convertidos en lágrimas que no podía parar. El Medico me reviso y confirmo lo que sospecho desde el principio debía remitirme de urgencia a Barcelona, y así lo hicieron debía estar allí al otro día a las 9.00 am.
Salí desconsolada y termine de estallar cuando mi príncipe también ilusionado me llama a preguntarme que tal había salido todo y tuve que contarle lo terrible de la situación. Todo se puso patas arriba teniamos una tarde para comprar tiquetes, recoger ropa, llamar a mi madre que esta lejos explicarle sin preocuparla demasiado pero tampoco mintiendole, soportar el dolor en las costillas, y cargar con la preocupación, la angustia, la tristeza que apenas nos permitían mantenernos en pie. Me llamaron al móvil del hospital al cual fui remitida en varias ocasiones para explicarme todos los pasos del procedimiento al que seriamos sometidas mis angelitas y yo, fueron muy amables, comprendian en todo momento mi desesperación, y se tomaron el tiempo para resolver mis dudas. Mi esposo, mis suegros y yo viajamos y esa misma noche estábamos ya en Barcelona, para estar puntuales al día siguiente en la cita.
Se llego otro temido día, estábamos muy asustados, nos ayudo mucho el trato del personal del hospital muy amables, muy comprensivos, se les veía en los ojos que entendían lo difícil de la situación.
Me hicieron una ecografia para confirmar el diagnostico, en la exploración mientras nos explicaban los riesgos que corrían los diferentes órganos de nuestras niñas, primero yo y rato después mi esposo, nos sentimos muy mal físicamente, nos mareamos al punto casi de desmayarnos, tuvieron que atendernos y tener paciencia para poder seguir adelante. Llegados a este punto es completamente normal estábamos exhaustos ante tantos acontecimientos negativos uno tras otro. Después de la revisión, nos sentamos, con el doctor, donde de manera muy clara pero con mucho tacto lo cual nunca terminaremos de agradecer nos explicaron en que consistía la intervención, los porcentajes de éxito, de riesgo, también nos dijeron que llegamos justo a tiempo, gracias a lo controlada que me tienen en la ciudad donde resido, la vida de nuestras niñas tenia una oportunidad, de lo contrario el tiempo que les quedaba era muy poco.
Es increíble la fuerza que te pueden dar los hijos aun desde el vientre, tengo que decir que me estaba muriendo del miedo nunca me habían operado, nunca había estado ingresada y no pensé que el día que pasara seria por que estaría en riesgo la vida de dos de los seres mas importantes para mi.
Me programaron la cirugía fetoscopica láser, para una hora después. Me prepararon y entre en el quirófano, los médicos todos muy atentos, muy pendientes de como me sentía, transmitiéndome seguridad constantemente. A pesar de esto el miedo que sentí mientras me desinfectaban la panzita, colocaban la anestesia, el sedante, el gorrito en la cabeza, era terrible, tenia muchas ganas de llorar, sentía que no podía mas, que todo esto me estaba superando. Pero pensé en que mis niñas estaban luchando, resistiendo y que no iba a ser yo quien se interpusiera entre ellas y la vida. Termino la operación, me llevaron a otro lugar para recuperarme, y allí llego mi príncipe, dandome muchos besitos me devolvió la sonrisa y la esperanza, entraron mis suegros que fueron también un sostén muy importante, dos horas después me subieron a una habitación donde estaría ingresada 4 días. Nuevamente con mucha fe y admiracion por mis hijas que no se rinden ante ningun obstaculo, que soportan, que se aferran a la vida con todas sus fuerzas.